La guerra

poema de Alguien más

¿Qué queda de la lucha armada?
Solo vendedores de armas.
Nadie aprende.
Todos empezamos de cero.
Y no se acaba ahí la historia.
¿Héroes o asesinos?
Depende, puede que Dios sea un guerrero.
¿Qué hace entonces el siervo?
La comida del revolucionario.
Limpiar las botas del general.
¿No han sido Ala y Yave quienes ofrecen el cielo?
Para que no haya duda, “el señor es un guerrero”

El pan de cada día o perdona nuestras ofensas, no dejan dormir.
La lucha armada no tiene tregua, nace en cada generación.
¿Qué es la justicia?
Si es divina, Dios castiga, pero no a palos.
Si es mundana, enfrentarla con metralletas.
De todas formas, mueren inocentes.
¿Quién dio potestad a Dios sobre la guerra?
¿De donde vienen estos siervos que limpian las ropas del guerrero?
Las medallas de valentía las regala un psicópata capitán.
Nadie es valiente por ofrecer la otra mejilla.
Son los mismos soldados en distintos regimientos, historia y tiempo.
El que hierro mata a hierro muere.
Finalmente, todos morimos y muchos sin haber matado.

Dicen que vendrá con su ejército de ángeles.
Ya hemos caído en la tentación.
No hay bien ni mal, rezan las madres de guerreros y siervos.
Zombis espantan al espíritu intangible.
No se urge el ciego que ve desde lo oscuro de su cerebro.
La revolución recién despierta.
Para que los Dioses se diviertan.
Del Dios más grande.
De un ateo que vive de prisa.
Nadie nos juzgará por nuestros pecados.
Que nada es pecado si es por Dios.

Libero mi alma de la servidumbre.
Abandono este ejercito del pueblo.
Vuelvo donde está mi casa, con Dios o con mi amor.
He abandonado el temor.
El amo y el esclavo han de seguir sin mí.
No existe la lucha de clase, quizás, distintas clases de personas.
No más pueblo, que hoy se llama Nosotros.
Como alguna vez, la única y la primera.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Profundisimas letras! Muy interesante,ya no hablamos ni creemos en algo superior gracias por tus letras felicitaciones y beso.

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