El Coito

No le teman al coito si es para hacer niños.
Es mejor cambiar el mundo que no traer niños.
Esperar a la ciencia es una espera razonable.
Para que del coito no dependa traer niños al mundo.
Hay pastillas para cada cosa y cada cosa en una pastilla.
Que el mundo es sensible para algunos.
Para otros brutal y furioso.
Que algunos prefieren la metamorfosis del gusano.
A otros comer gusanos en bandejas de plata.
Son cosas misceláneas o de algún modo collage de impresiones.
Servidos en copa de vino tinto, con moluscos jugosos.
Otros, menos diversos, estancados en a la arena,
besando una piedra negra.
Es que algunos dicen que somos latinos.
Como queriendo decir locos por el sexo.
Yo cuándo niño pensaba que todos éramos chilenos.
Son particularidades y cosas mediáticas.
Sirven hoy y mañana no.
O al revés, hoy sirven y mañana también.
Es como uno quiera.
Si es coito o una quimera erótica, igual es temporal.
Lo es también el sufrir y también la mala suerte.
Que todo esta echado a la parrilla.
Mejor que pensar en no traer niños al mundo,
es cambiar el mundo para traer niños.
Ahora, si la ciencia ha avanzado lo suficiente.
Que no los traigamos con el coito o que lleguen en modernas cigüeñas.
En vientres de plástico y con ribosas cibernéticas.
El coito siempre va a la mitad de la película.
No explica el comienzo ni define el final.