Cosa de tiempo

Momentáneo y circunstancial
Si vemos el pensamiento humano a través de la filosofía, la historia, la literatura y la ciencia en una secuencia de casusas y efectos movidos por un pujante y constante progreso, todos los hechos actuales tienen un sentido evolutivo, es decir, el ser humano de hoy es mejor al ser humano de ayer y el de mañana será mejor al de hoy, puesto que supone un progreso de la humanidad. ¿Es creíble que aquellos que existieron siglos atrás tuvieron un existencia menos mejor que la nuestra por tener un pensamiento menos avanzado?, ¿Es justo que por llegar a un instante histórico de esta evolución los humanos actuales están limitados a ese futuro pensamiento, que será mejor que el actual y por otro lado , privilegiados respecto a los humanos del pasado?, ¿Son los tiempos actuales mejores que antes?, ¿Son los tiempos pasados mejores a los tiempos de sus tiempos antepasados?, ¿Qué es entonces cada humano en cada momento de la historia de la humanidad, medios, células manteniendo un mismo cuerpo, cuerpo que no podemos percibir por ser parte de él?, De existir el alma, ¿Qué valor tiene si su potencial siempre estará condicionado al momento histórico en que existe, existió o existirá?, ¿Serán las almas perfectas solo en la condición de su momento y de sus circunstancias?
“La ciencia no piensa”, dice Heidegger, y comienza la carrera de la mentira del texto. Porque sería estúpido que alguien comprendiera en esta frase que el filósofo esta diciendo que los científicos son tontos y que no piensan, si es al revés, piensan y mucho. Y por otro lado no sé claramente lo que quiso decir y me debo guiar por lo que otros han entendido y querido entender de lo enunciado. Y que quizás antes de concluir el significado de esta frase debiésemos tener al menos algo en común, antes de estar en acuerdo o desacuerdo, debemos tener un mismo sentido sobre lo que es pensar. Me refiero que finalmente en cualquier discrepancia y en cualquier contradicción siempre partimos sobre un hecho concreto, y justamente, y paradójicamente, es aquello que nos hace finalmente coincidir y disentir. ¿Por qué profundizamos sobre el efecto que nos provoca una realidad y no profundamos la realidad que nos afecta? Quizás porque no tenemos tiempo. Si pudiésemos existir eternamente nuestras coincidencias finalmente serían cosa de tiempo.