AYER

poema de Alguien más

El frío otoño cae gota a gota desde el techo.
Y no se si fui enseñado o si aprendí lo que se estaba viviendo.
No ha cambiado la sensación del otoño frío y las mañanas mojadas.
Comprender los tiempos existencialistas.
Mi padre de niño en el cine viendo las noticias de la RAI.
Apatronados, inquilinos y tiempos del comunismo.
Yo obviamente un niño.
Cuando paso tras el cementerio metropolitano me pregunto por Víctor jara.
Las mañanas de otoños fríos del niño Luchin.
O esa misma vereda camino a la mina por donde iba Amanda.
El comunismo llenó de esperanzas a los pobres.
Los tiempos nos llevaban y pese a todo Dios siempre colgaba de una puerta.
El sagrado corazón o la Virgen maría.
Es que nos llevaban y nosotros íbamos.
No había hacia donde escapar ni de que correr.
Éramos todavía lo que hoy somos.
Sigue la esperanza, un poco mitológica, un poco mal considerada.
Siempre se trató de ser uno mismo.
Ni el capitalismo ni el comunismo lo saben en tal caso.
Solo se trataba de venir a mi casa y de yo recibirlo.
Tal como mi padre ha muerto de rabia y también siempre con una oculta esperanza.
Yo con rabia veo mi limitación y con nostalgia el no verlo nunca más.
En ello el comunismo sigue mintiendo.
Y yo mismo, escribiendo cosas sobre el consumismo.
Se hace camino al andar, transformando la tierra y al hombre.
Pero, al mirar atrás, se ve lo que nunca volverá,
mi padre, mi madre y el otoño frío de ayer.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Interesantes letras Víctor me encantó! Saludos y beso.

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