INSOMNIO

poema de vigoqui

Porque la felicidad
no hay que buscarla,
sino reconocerla.

¡Lameré tus heridas
cuando te asomes en mi azotea!

¡Cuántas horas sin dormir
cobijando los recuerdos!

La fe que ondeara Leclerc
no es en Broglie tan infausta
como el peso del desprecio.

Mi corazón late lento
guareciendo tus sentidos,
tanto tiempo se quedaban
que fallecí sin saberlo.

¡Pero no muere jamás un sueño
mientras tus lagrimas inunden en deseo!

(del libro: Alsacia)