Dejarla doler

Aquella mañana la brisa me trajo tu perfume
Y pensé en cuán testaruda soy o seré
¿Algún día dejaré que me abrume
esta nostalgia infinita por completo
y así es como pereceré?

Aquel clima era indescriptible
Sol sutil, nubes transparentes
Pero ya el recuerdo es en mí inadmisible
vino a dominar todas mis mentes

¿Cómo habiendo tanta luz en aquel amanecer no veía más que un oscuro y denso panel, artificioso, seguro, instalado para quedarse?

Estaba en mi lecho de muerte adosada
reflexionando sobre alguna queja
y al dormir, sólo esperanzada
de que el sueño con sus hilos me teja

Lo nuestro le tomó un suspiro
tal vez una mañana o una tarde
fuego digno de admiro
no tuvo problema para olvidarme
fue tan rápido al quemarme

Aquel día el aire tenía tu aura
y me quedé absorbiendole
hasta que me consumió
el exterior me borroneó
y no tuve más remedio que: dejarla doler