Al que callejea

Perdiendo el sentido del tiempo,
sin horas y con la cabeza mal puesta
como si nada hubiera sido ni constante
ni adverso.
Ando por calles mal conocidas
lugares sin pretexto,
y estos arboles que no hablan,
andan a mi paso
lentamente, sin ganas
sin fuego, sin alma,sin cercas
ni alambradas.

Te he visto resbalar
en el hielo, con la cabeza abierta,
y las uñass negras, me has pedido
que te socorra,
que te eleve como si fuera viento,y
te tenga tendido a mi lado,
como dos cuerpos
echados a perder.

Pondría columpiarme
en el sabor de tu boca,
y retener tu aliento,
como el vaho en un cristal
momentáneamente ajeno
al frio
y así
dormir,dormir como el ganso
como la lechuza nocturna
abiertos en canal,
dejar que se sequen al sol
la furia y el dolor
el miedo y su canto,
pero no hay campos en las sierras,
ni mar en la montanas
y devora mi vientre
la hondura de tu calma