VIAJANDO LO CONOCÍ.

poema de Nizz

Estoy llegando… Buenos días, vine a ser libre, pero no esa libertad absurda sin motivos ni causas, esta es un libertad que sabe a victoria, huele a gloria y se viste de felicidad infinita.
Está en el lugar equivocado, susurró alguien; sin embargo me quedé, creí que todo lo sabía, confíe en mi supuesta sabiduría y pisé aún más fuerte. Allí, rompieron en dos mi corazón, le dieron unas cuantas bofetadas, pero me seguía creyendo capaz y decidí continuar.
-Le dije: Tranquilo, no temas lo solucionaré.
Llegué…Buenas Tardes, con un corazón medio herido, repito a gritos que quiero ser libre, ¿acaso no escuchan?... sólo retumbo un eco. Entonces, “aquí no es” dijo alguien, aunque pensé en oírlo, di media vuelta y seguí. Aquí, ese corazón roto por la mitad, fue roto aún más; dolía, era un dolor tan cortante y profundo que el mismo dolor huía de sí mismo; no obstante con una “fortaleza” irreal me levanté y decidí seguir.
-Ya no puedo más, me dijo… ¡AGUANTA! Dije.
Nuevamente llego… Buenas noches, mi corazón se arrastraba, gemía, se quejaba, desesperado dijo:” ¿Es esto la vida?, porque si así lo es, prefiero la muerte, seguro es más tranquila. Esta vez sí será, es este el lugar, pensé; pero en cuanto empecé a caminar, las heridas abiertas comenzaron a apoderarse de mí, me carcomían, me disminuían a nada. Éramos el dolor y yo uno solo, ningún intento sirvió, todo se agotó: lagrimas, gritos, súplicas, consuelos; recuerdo haberle dicho: “arréglatelas tu solo”, pero el con una mirada penetrante, que traspaso mi dureza y frialdad dijo:”NO MÁS, me rindo, estoy muriendo y tú no tienes piedad de mí; esto pesa, no puedo ya caminar, mis fuerzas están al límite, todo duele, decir esto también; ADIÓS” ESPERAAAAAAAAAAAAA
¿Qué he hecho? Entonces ese alguien, con simpleza pero con gran amor dijo: “Es esto lo que siempre traté de decirte, pero no temas porque mientras que para el mundo no eres nadie, para mí eres TODO, lo que más amo y protejo; Ohm mi niña ven, sólo ven” Corrí, quería alcanzarle ya, mi alma le anhelaban; al llegar, al por fin LLEGAR, le abrasé, mis brazos eran cortos pero suficientes, entonces sentí AMOR, un amor que salía de un lugar que no conocía, respire paz; todo era diferente.
-“Libre al fin, aquí sí es, l legamos, llegamos; menos mal no me fui” Dijo él. Ya no estaba herido, había engordado, se sentía feliz. Nos reconciliamos y decidimos dejar que solo “ese alguien” que si sabe cuál es el camino, nos guiara.
Ese alguien es JESÚS…
Autoría: Tatiana Marroquín.

Comentarios & Opiniones

María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Hermosa historia de final feliz.
Saludos y buen día.

Critica: 
Nizz

No es cualquier historia, es la mia. :) Felicidad para ti.

Critica: