Soneto

poema de T-T

El ocaso se dibuja bellamente
sobre las ruinas circulares del ayer.
Sus cristalinas lágrimas lentamente
caen en los rostro del anochecer.

Quisieras poder recorrer los jardines,
poder ver en las hojas otoñales
la belleza infinita de su presencia.
Tratar de olvidar su impiadosa sentencia.

Caricias que se pierden con el hastío.
Lejanía constante de tristes restos
que deambulan perdidos en el vacío.

Somos deseo, las lágrimas sensibles.
Una efímera maravilla de los ángeles
caídos. Aquella unión incomprensible.