Un relato de mi vida

A esta hora de la mañana de hace cuatro años, aun seguías con vida...
Fueron las horas más largas de tu agonía y más cortas para mi,
yo que lloraba a tus pies, pidiendo a Dios un milagro
sin consuelo, sin aliento... llore hasta quedar sin lágrimas.
Llegaron los médicos a la habitación, pidieron
-Por favor salir un momento... -¿para qué? si ya estabas muriendo y yo
solo quería estar a tu lado... Me negué a lo inevitable, cegada por
el dolor no vi a mi alrededor.
Solo te veía a ti, en tu largo sufrimiento. En tus horas de agonía
brindarte mi compañía, no pudo ser absoluta. Porque en intento de salvarte
los médicos decidieron a otro hospital trasladarte...
Cuando llegue al lugar me dijo una doctora:
-que no había posibilidad, que tu estado era crítico
y no aguantarías la diálisis...
Unos minutos después dijeron ha fallecido.
-Quieres verlo, escuche y asentí que si...
Vi tu cuerpo ya sin alma, sin espíritu, sin vida
bese tu frente también tus mejillas, cerré tus ojos
y toque tus manos frías.

Jamás supe cuanto te amaba hasta ese día
un amor incondicional...

Eras mi héroe gruñón, mi libro perfecto, mi biblioteca virtual
eras mi padre que con mil y un defecto, tus virtudes
eran todo para mi...
Y te fuiste un jueves a mitad del día...

Y desde ese día hasta hoy
no hay instante en que tus recuerdos me arropen
y unas cuantas lágrimas añoren tu presencia.

ESCRITO EL 28/06/2016 HORA7:12AM
ARAGUA-VENEZUELA