Ese lugar

Algunos dicen que todo es pasado, que las imágenes se murieron de frío
y además siempre fueron mentiras; pero tú y yo,
tú y yo, tú y yo sabemos que nada fue así,
que entre las manos todas las caricias se nos cobijaron,
y son nuestro presente al igual
que en la memoria los nombres, los cuales no cesan
de hacernos felices; no nos llevó la tempestad,
ni cuando el gran incendio desaparecimos, quizá murió toda la ciudad,
pero tu piel y la mía siguen tan limpias,
tiernas,
y hermosas
porque en nuestras manos fueron amparadas,
y ahora se aman, se tienen, desean.
Todas las noches en que nos buscamos
en el vientre de nuestra querencia siempre concluímos,
de más caminos no sabemos nada, de otros rincones,
de playas, orillas de ríos... nuestros lugares son
los que ocupa el silencio, que colorea el rubor,
tañen susurros como deliciosas campanas.
Mientras la hora final azotaba con sus vientos de miedo
en nuestras manos se preservaba el séptimo cielo,
jardín de recreo mis senos, tus labios, los dedos...