Light

poema de San Brendano

Fantasía Silvestrana

Monumentos, en lo alto. Franjas acusticas por doquier. Las corcheas y la clave de sol, enmudecen. Entonces, alfabetico pentagrama, la cola de caballo, se halla en la columna vertebral. Dos y siete. Sistema nervioso autonomo y parasimpatico. Cortes transversales y ecuatoriales. El cuervo sobrevuela el busto de Athena. Aplaca mi subconsciente con la frase: ¡Ergo sum! Hace años, Pausanias, habia hablado de Heredoto, Platón y tantos otros. Valle suprarrenal. Epididimo, ultramu, en tus calles xantricas: Opia. Manganeso, Epicuro del bosque sinoidal. Oh, bulba-peridoto-turmalina-jaspe. Tres muñecas de porcelana congeladas. Seis libros rojos, como diccionarios, en lo alto de mi biblioteca. Un mazo de cartas de Tarot. Un gemido de terror narcisista. Un enano baboso, con orejas azules, un gato, un bebe y Silvestre, ecuatoriana, sulfilando, cerca, anecdotas, su diario biblico y los habitantes Goreanos, que le alaban.