A la reina

poema de San Brendano

A la foto del mural de una casa

Cobijo en mi interior la belleza de una muñeca lacónica. Usualmente, la esfera de cristal que se retuerce se enamora del Orfelinato y solloza en la posteridad de la lumbre. Una rica emperatriz bordeada con láminas opalizas y tegumentos sarcomenicos me pulveriza y se queda estancada contra una baliza de oro platinado. Se de una fuente vacía al lado de esa mujer con bucles dorados, semejante perfectísima niña debería llamarse cómo la marea. Mis suelas tocan la espuma con caracoles y el cuadro marrón se revuelca en una iluminaría amorosa. Numerosos animales se encuentran en la parte póstuma de aquella figura costera. Silvestre coagula en su hombro izquierdo una lechuza con la cúpula de la ruta de una maga. Las costras de las profundidades la reconocen hija de los océanos, perla aledaña de un brocal legítimo. Con mis uñas dejó la marca de un poeta y el signo de un rebelde. Azul depende de qué la inocencia sea el renacimiento asesino de un timón qué alimenta la triple alianza de los caminos. Ayer derramé lágrimas, es necesario para que la obra quede impregnada, solo una esfinge vera la hendidura del sol y pensara que por esas anchas y morenas mareas se paseo una reina semejante a las olas por su potencia.

Comentarios & Opiniones

Penelope

Elaborada creación, de los pies a la cabeza, clase y especialidad marcada, me ha dejado un muy buen sabor de boca. Recibe un fuerte abrazo, amigo!

Critica: 
La Dama Azul

Fuerte, expresiva... lleno el escenario a de vuestra mágica pluma.
"Ayer derramé lágrimas, es necesario para que la obra quede impregnada"...

Reciba mis cordiales saludos.

Critica: 
San Brendano

Gracias chicas.Saludos:)

Critica: