La estrella

poema de San Brendano

Un poema muy querido. En la profundidad de mi mente, mis hijos cantan.

ARGOR

Es una masa de helio
Compuesta por Hidrógeno y en su codo, un magneto de átomo carborifero.
Su rotación solar, brilla más lejos qué el trío qué alterna la estrella Lira y Arturo. En su exagesis; delira menstruadamente. Hay vida en su ciclo, una vía alterna al foco tridimensional. La suprema, altiva y luminosa, veinticinco millas hacia la enana blanca qué acabará por convertirse en supernova radiante.
Argor, tierra militar infundida por el aliento de Caribdis, pero en su innumerable extensión alberga a: «Argona, Gomen, Malia, Gashi y Nimue». Tiene picos de calor subatomico, anillos cosmicos y nueve líneas infames. Silvestre, gobierna desde su trono, imaginario, es la idea de aniquilar el sueño de la inmortal capa disuelta, antiguos héroes poéticos, llaman su hegemonía, y de la vista pristina del globo ocular, la bella carismatica y única sigla qué abandera el cielo, es ella...