Gentil

Athena y la égida

Hogar, radiante fulgor de rechazo
Inconsciente vida desplumada de afecto
Al ocasionar el sonoro trombón en las alas, el gallo periclita en la cuna nupcial
Oh, virgen puritana
Tu ovular concepción da mundos a los satrapas
El canto bello coalisiona ante el trono de Andromeda
Los niños corren hacia el jardín de las alamedas
El parturiento se llena de amor
Oh, no hables
Es el tiempo fosfatado en el plantin de los cielos
El fantasma crepuscular goza en semejante preñes
Ojos ciegos perennes en la multitud de cada valle
Abrazo guirnalezco, huevo fenixiano
Por donde corre el carro de Athena
Los picos solares obsesionan al gen
¿Y el retazo del ombligo azul?
Cual corona maravillosa se mide trepando musgos coloridos
¿Quién ha oído al tuétano?
¡ Amable disuasión del canto cenobial!
Amarga foramen del cadáver
Son tus ojos grises los que estremecen
Se oyen las golondrinas en la épica escarlata
No hay nauseabundos. No hay reales sonámbulos.
Oro invernal en la región del ser
Oh, sistema del ventrículo
En la tumba de la bruja, has de renacer...