El Mito y Androcenella

El mito de Androcenella

¿Cómo es el río cercano al afluente?
¿Cómo llega susurrando gemidos orgánicos, las procariotas culminan en protozoos, su raya, la célula transversal, engulle al ciclo romboide, si en el terreno nupcial, mil batallones, amenazados e infinitos, se arrodillan al célibe tacto, al sonar el cuerno de oro?
Androcenella cuelga una flor en marzo.
Respetando el oleaje de Capricornios curvilíneos, latiendo en corazón, milla por milla, cercenando un Dios, el mito del fauno, crea a Androcenella, virgen mártir. Oh, espuma racial.
Ojos en cincuenta soles, es el motivo más cercano al saber un cielo iracundo.
El Golem, cae en el pelo del Erasmo.
Un gen crea otro rey y su palabra es exégesis. Teofilo muñón, cúal enredadera, sube y sube, ante un peldaño. Los higos arbolados, subyacen y un epiglota cuenta un titulo de otro día. Androcenella, repiquetea en la cueva de la ninfa. Los montes humeantes, siringan al confuso monarca. La luna bella, ordeno el tiempo estacional. El universo, flota en su regaliz.
Si el clamor de la alegría resonara.
Si el ciclo de la vida gestante irrumpiera en el soplo.
La silaba volaría en el terruño. El más joven olería su mordedura. El piso del abracadabra no llora.
Si el tiempo morgano cuenta el horario, al dormir, Androcenella, canta.
Las ninfas hablan al Dios inteligente.
Silvestre, posee dos dones: cónclave fértil del hombre sabio.
Y ante el despertar de Androcenella, los santos abren paso.
Cualesquiera sea el andamio, son los órganos milimétricos en la zona del silencio. La musica pendiente, la cima endiablada, es el sumo reactor del pontífice, quien crece. Arrullando colaciones, son irrespetuosos los Alces andinos, en su bractéola, el polen muere, en su corazón, mi lirio, llora. Son la fuerza quitada del espolón. Es el mundo de los Araucanos donde se traslada el mendigo con su tazón. Androcenella, parte al alba. Se concibe un ángel maligno, el gemido terrible, ha hecho que el dragón sufriera. Con el, el incendio ocasional, musgo tibio para mi sofoque, si el océano va degenerando la inmundicia, la cantidad de luna, la estrella caerá en su ombligo, celeste y rosa. Amígdala seca , no es el floripondio reseco, más el hogar se reproducirá tan lejano, en la vista, los rayos cohibidos, el alimento relanzara la fortuna. El circulo gallo, para la mezclansa, cuando el caos reprenda al cuervo, son manzanas carcomidas en la nueva generación. Los niños, cantan letanías, se bosquejan en la patria del universo. El hostel Precepta cada gota de rojo escarlata. El caballo muerde al osobuco tras la gimnasia lirica del futuro germinado de cien mil nacimientos femeninos.