Consolar el alma

poema de Ariser

Entonces Bebí de las aguas prohibidas
del mar oscuro del abismo
Miasmas espesas
que se ramificaron
Con cada respiración
En la sangre
En la voz
En el tronar De las olas existenciales
Verdes y aireadas
De luz y fuego
Sin advertirlo enferme de goce
De fascinación cósmica
De elevación mistica
E imprimi fuerza sobre las sombras
Para estirar la agonía
Para consolar mí alma.