Republica niñez

poema de Roman

Nunca aprendí a ser pequeño.
Me aburrian las consolas.
Dejaba la bicicleta a solas
Y buscaba cualquier sueño.

A lomos de una Peugeot
Volaba sin salir del barrio.
Y ganaba guerras a diario,
Sin salir de mi habitación

Acepte muy pronto no ser igual.
Mi conejo se llamaba coronado.
Y un dia lo mataron
Para servirlo en navidad.

Fui el pregonero del alcalde.
Mi inocencia huía en patinete.
Baltasar traía mis juguetes,
A cambio de robarme un padre.

Surfeaba la nieve con mi saco.
Mi patria era un imperdible.
Jugabamos al toro invisible,
Y salvaba animales en los lazos.