Llévame cuatro pisos arriba

poema de somosmalditos

LLÉVAME CUATRO PISOS ARRIBA

A la salida de un bar, me encuentras dando tumbos,
Dizque esperando un taxi, que me lleve si puede, cuatro pisos abajo.
Te llevo en mi motocicleta loca, casi ordenas tú, con tu índice afilado
No tengo casco y soy peligrosa dices, entonces me subo contigo.

A tu casa o a mi casa, preguntas tú, pero yo no sé donde vivo,
a tu casa si me enseñas cómo volver, digo yo sin vacilar,
ya te diré cómo volver, dices tú, si es que quieres volver,
la verdad yo no sé a donde volver, digo yo, no tengo dirección.

Subo contigo cuatro pisos casi sin respirar, no tengo promesa,
la puerta es de hierro y hay mil revistas por el suelo,
vamos a abrir una botella, dices tu y yo ya tengo el corcho
en la mano, mientras bailas para mi sin tu cota de mallas.

Volver, ¿volver a dónde?, pregunto yo sin esperanza y
claro o en blanco, tú no sabes la respuesta ni la sabrás,
yo tampoco, ni la estoy buscando tampoco, ¿tan poco?
¿tan poco te metes?, no me creo eso que no sabes dónde estás.

Sé donde estoy, respondo yo, aunque con poca convicción,
estás en Lima, ¿lo sabes no? el cielo es gris y nunca llueve, dices tu,
llover… digo yo, hoy habrá tormenta y estoy seguro que no será lo
único que caerá, , hoy se cae la cama, pienso yo.

Has venido solo, preguntas tú, y yo no sé que quieres saber,
¿vine solo a dónde?, a tu casa vine contigo, digo yo, para no responder,
no seas imbécil, dices tú, no tienes cara de ser idiota,
pero también eres muy idiota cuando quieres.

Cuando quiero, digo yo, pero ahora no lo soy,
y hoy no duermo, porque no quiero y porque no me dejas,
vamos a la cama para no dormir, para que me azotes dices tú,
llevo la botella de vino digo yo, pero ya no importa.

Nos despertamos horas o días después, y ahí estamos,
las sábanas son azules y parecen de zeda pero no lo son,
tengo una rodilla entre tus nalgas, están frías, ¿te caliento?,
pregunto yo, y tú respondes, no, no, no…

Es hora que te vayas, dices tú, pero yo no me quiero ir,
me miras mientras me cambio y cambias de idea y mejor quédate,
no encuentro mi ropa, me pongo una de tus bragas, amarro mis zapatos
y me voy, dirección al ascensor, toco el botón y espero.

Sales gritando, no te vayas, no te vayas, ¡ese ascensor viejo es un descensor!,
pero ya estoy en el piso de abajo, solo como un estropajo,
paro un taxi cansado, el chofer me pregunta, a dónde señor y
yo le respondo, llévame si puedes cuatro pisos arriba.

………..