Mujer de piedra

Tú me llamabas… la mujer de piedra,
la mujer que no llora ninguna ausencia,
quien sabe decir adiós sin dar la vuelta,
quien enfrenta el dolor con gran destreza.

¿Recuerdas? me llamabas mujer soberbia,
mujer vestida de indiferencia,
ataviada de orgullo, disfrazada de nobleza,
acostumbrada a hacer del llanto una comedia.

¡Qué tan poco me conociste! fue una tristeza,
no supiste que mi alma triste moría sedienta,
que mi corazón en su palpitar pedía clemencia,
que mis ojos desvelados vagaban noches enteras.

Ignoraste el gemido agudo de mi impotencia,
el sollozo que le hizo el amor a la indolencia
el silencio que me etiquetaba de mujer altanera,
y ese mundo…mi mundo,
el que no logró ser ajeno a tu castillo de rejas.

No supiste de detalles, de lunas llenas,
de noches desveladas por las bohemias,
de la magia que una mirada encierra.
Por eso hoy, te dice adiós tu mujer de piedra.

Adela Castillo

Comentarios & Opiniones

Adela Castillo

Gracias Poe, es grato saber que alguien te lee.

Critica: 
Osler Detourniel

Hermoso versar.Saludos y amistad

Critica: