numero 3

Caminando por la avenida se encuentra
aquel viejo ebrio de larga cabellera
de raíces blancas pintadas de negro
se le puede observar fingiendo ser un auto en la carretera
acompañado por su flaco perro

quien pensaría que cambiaría las canciones
por ocupar espacios diminutos
hablando dormido bajo los puentes
contando historias de los difuntos.

Lo vi y pude recordar todas las promesas que al final resultaron ser tan vacías como mi vida misma,
Salir del momento huyendo de las decisiones propias sin tomar en cuenta siquiera un momento el dolor en cada alma
El anciano me observa penetrante como quien ve su reflejo en el paso de las vidas
Sus ojos son particularmente conocidos como si solo existiesen para verlos en la memoria
Moviendo los pies y manos tarareando una canción se acerca a mi asiento
-El día no es mas que el principio o el final de la partida-
-los momentos que ocultaste seguirán siendo parte de un mundo tuerto-
-aunque tenga los ojos abiertos algunos días me siento muerto-
Su voz era mas seria de lo que imaginaba
La cordura en sus palabras me convirtió en amuleto
Para correr por el día fingiendo estar contento

Que esperan de mi si no puedo ser feliz hasta estar completo
La batalla que enfrentamos como agentes secretos
Esperamos la soledad para desearnos desnudos
Olvidando que en el pecado se encuentran los mundos

Podría jurar que lo hice sin saber hasta qué punto logre quererte,
Asumí que no me perdería entre la gente,
Aun espero que tu futuro ahora presente
Sea mas llamativo entre la gente,
Que no busques las arrugas de los insolentes
Y sueñes con cada rasguño que te hizo fuerte
Recuerda que la gente no debe olvidarte
Así no me sentiré débil al pronunciarte
Así no me sentiré idiota por amarte
Así no me perderé entre la muerte

Lamento tener que despedirme
Mi hogar me espera morado
Intento inútilmente disolverme
Durmiendo del otro costado

Caminando por la calle va aquel anciano
Que viene del siglo pasado
No entiende por qué tiene miedo
De jamás ser aceptado

Todo lo escrito yo lo comencé
Pero el parecía saberlo
De nuevo me miro con sus ojos café
Y dijo; es un gusto conocerlo

No me siento solo en el lugar que habito
Así camino por que jamás lo acepto
Si nada termino es porque rompo en llanto.