Veo en esta playa
como las olas
nos hacen ver tan frágiles
miserables
mortales como una voluta de humo.

Las olas
son algo así como pelícanos sobrevolando el océano
al acecho de una posible presa.

Nosotros
nos miramos como peces
husmeadores de la orilla
y engullidos terminamos
por su flecha imprevisible.

Las olas
cuando se desafían
pocas veces nos conceden el perdón
y saben convertirnos en ruletas
que se flagelan con la arena.

Las olas
no saben de odio
mucho menos de rencores
solo han sido configuradas como indómitas
y parecen también no tener memoria.

Yo no envidio a las olas
pero a veces quisiera tener su memoria
otras veces no.

Comentarios & Opiniones

Silvia

Muy bonito y reflexivo saludos cordiales y beso.

Critica: 
Vagabundo de las Ecuaciones y las Letras

Mis incondicionales, reciban mi respeto y gratitud, gracias por comentar, un abrazo!!!!

Critica: