Arrancado
poema de Pablo
Seré arrancado sin preaviso
y mi raíz sangrante llorará nueve días
en la extensión de otras ramas,
de otros frutos.
El silencio dará una bofetada
a mis necias palabras
con las que nunca supe decir
algo que mereciera ser recordado.
En los cuadros mustios
alguna fotografía mía
yacerá cubierta de rezos y flores.
Y entonces sabré que habré muerto
cuando un pabilo humeante
sea lo más cercano a un beso.