OLAS QUE ILUSIONAN

Los caballitos de mar no sienten en los atardeceres que no viviré
Las venas de las islas y sirenas que amaré.
Con todo y eso,
A besos te comeré.

Las crónicas de los ejércitos de orcos y enanos
Cantando en las llanuras quejándose en batallas hundidas
Quebrando en cuatro ojos enamorados
Silenciosos y amarrados.

Armando las islas del mundo
Observando sobre las tinieblas que existen y corazón mudo.
Reunido en bares donde anuncian amigos eternos
En córdoba hechos los esclavos; lloran amarrados.

Cuando me petrifiquen los jóvenes adolescentes
En espacios donde zapata y villa aún viven
No sobrevive Monserrat y su recuerdo
No convive su silencio sobre todo no he recuperado.

En la guitarra de caminos, san jerónimo en la vida de mi padre
Que recordé que vengo.
Acapulco y Veracruz, en duras palmeras,
Música, hecho tu verdugo.

Naufrago que sueña con amar y morir.
Nunca más podré ser el mismo que le dice a la tierra que puede vivir.
Sometido en los ejercicios
En la mitología de Aarón y su vida futura.

Disparados los periodos de causas sin fin
Amor, recuerdo tus besos porfín.
Cortando las generaciones de mayores ensayos
Salvando y recuperando los actos

Si, emocionado en las lágrimas que recuerdan a mi padre
Renegando a mis mejores críticas de los muros
y recordando el cumpleaños de mi madre donde no estuve,
pero siempre contuve.

Viví en los cadáveres en los días donde alguien que vivió
Restos de asesinados por injusticia
En colosos y poetas que aman la inmundicia
Sobre años que reposan.

Obran y estatuas que aún luchan
Reposando en las poesías que aún se repiten
En piedras y ríos que sobreviven.
Con contrapuntos quemados, hinchados.

Si, hinchados de amor.
De quien ha vuelto en las relaciones y ojos proyectados
Yo fui el poeta que escribió los caminos nunca habidos
Restos de versos, restos de amor.

Y no paro de escribir,
De repetir la poesía de hacerla vivir
Tardes sin luna, llorando y durmiendo en referencias
Comiendo, atesorando concupiscencias.

Hoy no soy nada, no seré el simple,
Reposando en mi futura muerte y permanente
Desde luego en mi sexo, en pasión
Yerbabuenas y áridas tierras endulzadas en cada canción.