Grandes los ojos

Michelle, tenía grandes los ojos
y el alma.
Su piel, teñía los cielos rojos
de Ensenada.
Betel, habría caído en antojos
al mirarla.

Las princesas de los cuentos,
van siguiendo su guion.
Tararean bellos sonetos,
soplan dientes de león.

Cortan flores, llevan cesto,
son amigas de la luna.
Nunca pisan a un insecto,
solo viendo mesen cuna.

Samuel, rugía como un tigre
de pecera.
Aquél, sufría al no ser libre
en su tierra.
Su miel, cedía siempre al denigre
con cualquiera.

Y los príncipes de cuentos,
repudian su guión.
Ellos ganan cientos,
no le pegan al balón.

Como rey sin un castillo,
con maíz en su banquete.
En un "vocho" amarillo,
y nariz de cacahuate.

Un ejercito de checos,
Juan Escutia y Montes de Oca.
Una cartera con huecos,
solo un loco sin su loca.