El finado

poema de donbuendon

Por aquí pasó Raimundo.
Fué tan raudo su pasado
que un soplo duró, un segundo,
y en pensar ya se ha olvidado.

Se creyó dueño del mundo,
consiguió ser hacendado
de un patrimonio fecundo
y ahora todo lo ha dejado.

¡Pobre infeliz! Cuan profundo
fue tu error, mal calculado.
Tus hijos por su legado
se volverán iracundos.

Y en tu lecho moribundo,
¡tan tristes, tan apenados!
no tardarán ni un segundo
en disputarse. Y al lado,

ya en tu lecho amortajado
tendrás que escuchar los gritos
partiendo el botín maldito
sin respeto a ti, el finado.

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