A mi viejo

poema de Quiplato

Retorna el viejo cansado a su casa
luego de la rutinaria jornada,
y allí lo espera su fïel amada,
que al verlo, tïernamente lo abraza.

Cansado está de la vida que pasa,
de la tedïosa vida abogada,
la querella, la sentencia mal dada,
la corbata y del juicio que se atrasa.

Mas cuando se encïende la pantalla,
se disuelve su alma en mar de aventuras,
intrigas, romances y cuentos de hadas;

y las vidas que el destino le acalla,
las vive por medio de esas figuras.
¡A él que le importa que sean soñadas!

Total la vida, la vida misma es un sueño.