Panegírico a San Amour

-Panegírico a San amour-

Se fue el sentir que escondido tras el miedo susurraba un "estás preciosa".

Una adulación que trepidaba en la cuerda floja del destino, con caída libre al si/no.

Con la leve complejidad de un seísmo de epicentro en nervios.

Un trayecto que duraba segundos, pero que llevaba tras de si días, meses o años y que buscaba un final en ser recordado en su futuro.

¿Y que es recordar? No es más que un antónimo de olvidar si el punto de vista es el señor objetivo o don insensible. No. Recordar no es NO olvidar, recordar es grabar y dotar de importancia momentos, recordar es sinónimo de magnificar instantes,

¡Joder!

Recordar es el significado que se escapó del diccionario para vivir en un mundo imaginario, al que no llega ninguna eminencia del vocabulario.

Vestido de significante.

Pero ahora...

¿Que se esconde detrás de un "estás preciosa"?

¿Que se esconde si no es un mar de pretensiones capciosas y fugaces que se escapan de nuestras manos, o que se quedan sólo para marcharse?

Maldita sea,

pensé que no llegaría nunca, pero...
Llegó.

Diagnosticado de enfermedad terminal está el amor y es olvidado...

¡Peor!

¡No está creando recuerdos!

Tan solo quedan micromemorandums mundanos que yacen en determinadas historias que dicen ser amor y son disfraz en un mundo de carnavales, bares y meses de noviazgos llenos de rupturas,

son letargo.

Cimientos en el sexo por compasión y no con pasión, (que, a pesar de la homofonía, NO SON LO MISMO) en el sexo sin sentir, en el sexo sin mirar, sin gemir, sin amar, sin.. Sin... Sin hacer el amor.

Te desvaneces, pero aún en algunos seguirás creando recuerdos, seguiremos haciéndote con escenas tiernas más que obscenas y seguiremos nombrándote por encima del nombre de cualquier persona...

De pseudónimo
de cualquier pareja.
M. R.