Sueños Amarillos

poema de Migalcaher

Ella brincaba ágilmente entre una ola y otra
Con sus sueños al viento sacaba sonrisas al mar
Reía, lloraba, reía, volaba
Miraba oteando el horizonte, como quien acecha atenta
Una presa inminente en el destino

Con una sonrisa clara
Recordaba el río de su infancia
Recolectaba frutos rojos para el invierno
Juntaba, una a una, las últimas piezas de su rompecabezas
Coleccionaba sueños amarillos que iba pegando en su muralla

Día a día
Iba aprendiendo a domesticar sus demonios
Mientras sus colores tomaban un brillo resuelto y luz

Ya sus cicatrices se habían confundido con el universo de tanto mirar a través de ellas
Sus raíces vueltose ágiles de tanto apuntar al sol
En el fondo sabía que tras las nubes
Estaba la amistad consigo misma

Buscaba un espejo del mundo donde bailar a sus anchas
Construía sus sueños amarillos con sangre, sudor y risas
Calmaba su sed bebiendo gotas de lluvia
Directo del cuerpo de su hombre

Ella, finalmente
Venció por fin su temor antiguo
Reconociéndose completa en el amor