Alquimista culto

Alquimista culto,

el de mis eternas vidas,

me has enseñado tanto

que, el camino junto a ti,

amor mío,

se ha hecho de oro molido.

Tú dices que me amas

y, el amor,

me haces con muchas ganas.

Alquimista culto,

tienes la gloria ganada,

entre los jardines del edén,

te haré pinceladas de nácar

y, te comeré a besos,

entre los sauces y almendros.

Alquimista culto,

con el arte de mi corazón,

te haré un dibujo

en la arena,

que no se irá con el agua,

que no se irá con el viento,

que no se irá con el fuego.

Tú y yo,

alquimista culto,

los amos del universo,

y, ése, nuestro secreto.

Alquimista culto

siento altramuces salados

dentro de todo mi cuerpo,

por tu profundo amor,

el que corre por mis centros.

Alquimista culto,

embriagador de mis células,

la sal de tu dulce amor,

me ha llenado de pasión,

salinas en mi corazón.

Alquimista culto,

con la forja de tu aurora,

agua se me hace la boca,

me salto el mar a piolas,

mientras me miro,

amor mío,

en la fragua de tu alquimia.

Florecen todas las flores,

en mis pergaminos,

poemas de amor

y, en la tierra mojada,

las semillas germinadas.

Alquimista culto,

tú engrandeces.

con creces,

a mi corazón ardiente.

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