Inerte.

Mis errores se pronunciaban frecuentemente,
lo peor es que se presentaban en oleadas,
que torpe me sentía al no tener conversaciones claras,
al escribir mal alguna palabra,
al olvidar la sonrisa que debía combinarse con el alba,
pero de eso se trataba vivir,
cometer errores para sentirse vivo y tener con que existir;
De vez en cuando olvidaba algunas cosas,
las dejaba de hacer, escuchar, sentir o ver, para unos años mas tarde sentir que las volvía a conocer,
un Deja vu provocado...

El amor, ay el amor,
siempre intentaba amar lo mas que podía,
no hablaba de aquel amor del despecho y esas torturas,
al fin y al cabo no existía alma que se adecuara a mis sentimientos como bebé a una buena cuna.

Pero aun asi intentaba no morir, aunque el mismo demonio susurrara a mis oídos que la muerte era el fin del sufrimiento, tampoco escuchaba aquel angel que según él, yo debía mantener mi corazón abierto, no, no lo escuchaba, ya cansado de esas voces preferia pintarlas mal elaboradas, sobre lienzo, libreta o almohada, a veces con oleo, lapicero o el odio en lagrimas.
La fortuna de la vida se asoma en la esperanza,
los perros fieles n ven los dias pasar, pero ven la vida llegar en su amo que los ama.