UNOS OJOS TRAS LA PUERTA

poema de martinH

La tenue luz teñía de arcoíris
la miel que a gotas se desprendía
en dulce descenso de tu sexo a
mi ansiosa boca.
Era la respuesta generosa y sin pausa
a mis caricias certeras en tu vientre y
en tu cuello ofrecido a mis labios infinitos.
Entregados a la búsqueda del nuevo
y mas refinado placer me anudaste a
tu sed y a tu ansia de poseerme entero.
En un instante y como en sueños creí
atisbar unos ojos tras la puerta del cuarto.
Te lo dije y tu lengua me enredó las palabras
y el mensaje se transformó en mordisco
sin piedad.
El placer del punzante dolor no me impidió ver
unos ojos asombrados y anhelantes fijos en los míos.
Más tarde brillaban mientras acompasaba tu cuerpo al mío,
mientras sus manos me ayudaban a enloquecerte.
Eran tan dulces sus gemidos y tan diestra su lengua que
hizo del mismo deseo un esclavo.
Y de mí una sombra sin voluntad.
Te sigo buscando.