El límite del placer
poema de martinH
Sabía volverme loco.
Alargaba las caricias como
prólogo de maldades deliciosas.
Su cuerpo entero me envolvía, sus
dedos acariciaban su sexo húmedo
mientras su boca buscaba el mío.
Siempre me dejaba llegar al límite
del placer.
Y entonces se iba y me sonreía con
la promesa de volver.
Y yo la acariciaba en mi cuerpo.
Comentarios & Opiniones
Imágenes todas! Buen escrito saludos cordiales y beso.