“Para Ella”

“Para Ella”

La noche agonizaba
En los brazos del alba
Morían el silencio y las sombras
Rodeas de una profunda calma.
Llega un nuevo amanecer
Y la última sombra se marcha con “El”
Temblorosa, moribunda parece desfallecer
Es el Mendigo y Poeta
Que regresa a su guarida
Con su cansino andar y su alma herida.

Al igual que las sombras enmudecidas
Él vive por las noches, cuando llega el día
Le duele la piel por el sol que lo cansina
Y se refugia en la cueva de su guarida,
El sol le recuerda la realidad
Como una daga que abre su herida,
Moribundo entre la sombras de su cueva
En silencio espera la noche
Para volver otra vez a la vida.

En la profunda y fría penumbra
Que Reyna en la solitaria cueva
Hay un silencio insípido y cruel
Tirados en el piso varios royos de papel
Poemas de Amor dedicados para Adéle
Que seguramente “Ella” jamás ha de leer
Ni sabrá del Mendigo y Poeta su existir
Una triste guarida de silencios,
Sombras, tristezas casi sin vida y porvenir
Una antigua vela que casi ya no alumbra
Más que una guarida, parece una tumba.

Una gigantesca y vieja sombra
Cuida la entrada de la guarida
Un viejo roble casi sin vida
De largas barbas por el tiempo envejecidas
En su rustica piel conserva viejas heridas
Que los años le fueron dejando,
Resiste solo por no abandonar a su amigo
Viejo, cansado, y en silencio
Ya no le quedan primaveras por vivir
Ni sueños porque subsistir
Pero a pesar de todo, aún sigue vivo
Confidentes de tristezas y soledades
Fiel compañero del Mendigo.

Se filtran estrellas y Rayos de luna
Por el agujereado techo arrumbado,
En la pared un roto espejo olvidado
Canta una canción de cuna
Como un embrujo místico y doliente
Para que se duerman profundamente
El silencio, las penas y el olvido
Cobijados por las tristezas hirientes
Y los pocos sueños ya desfallecientes
Quedaran dormidos
En brazos de las sombras ironicamente.

La Noche seguirá su oscuro padecer
Brilla en la pluma del Mendigo
La Luz de una pequeña estrella
Escribe un poema para “Ella”
Que recitaran las sombras
Con vos de luna y un coro inmaculado
Por los ángeles del cielo formado
Bajo este cielo estrellado
Este triste Poema de Amor “Para Ella”
Que el rustico Mendigo y Poeta
Con su humilde sentir le ha dicado.

Mario Anónimo.