Noche de Viento y Soledades

Noche de Viento y Soledades

En esta noche sin fin, EL viento cruel
Tatuaba poemas de desamor
En los árboles somnolientos de pudor
Al quedarse desnudos y descubierta su rustica piel
Lloran la pérdida de sus hijas moribundas
Con lágrimas de lluvias otoño recita
Poemas de nostalgias pasadas
Con sus cicatrices profundas
Van quedando descubiertas sus heridas
Que sangran como el dolor de una partida
Sabiendo que van perdiendo la vida
El tiempo le agranda las heridas
Sabiendo que el viento y la lluvia
Lentamente van desgarrando sus vidas.

Triste el destino del poeta y Mendigo
Lo castiga la lluvia, el viento y el frío
Quitándole de Ti, lo poco que conservaba
Sus hojas donde anida Tu Mirada
Empecinado el viento NO quiere dejarle nada,
Moribundas y desgarradas
Yacen en el fango destrozadas
En silencio y solitarias por los caminos,
Levantándolas conteniendo la emoción
Retumba tu Nombre Adéle en su corazón,
Como la caricia blanca y transparente
Lenta y silenciosa de un mimo
Con la ternura de un niño
Las pocas que el viento le ha dejado
Con Amor y pasión las ha guardado
En los Bolsillos de su viejo abrigo
Vacíos de sueños, en el silencio tibio
De sus nostálgicas quimeras.

El viento grita su furia reprimida
Y en su gélido aliento de soledades
Traerá silencios perdidos
Como sangrantes heridas
Llantos abandonados, lágrimas olvidadas
Esperanzas muertas por el destino
En el mar de las desilusiones Ahogadas
Perlas del ocaso, en el collar de la Noche
Que bordan los silencios
En las sombras vagabundas
Delirando soledades abandonadas
En el gris silencio insípido de la madrugada.

Mario Anónimo