NIÑA DEL SILENCIO

Una niña de silencios, revoloteaba con sus ojos sus cuatro paredes
La noche le parecía eterna, buscaba entretenerse en las repisas blancas
Un osito de color rosado, la miraba perdido en su mundo infantil
Las muñecas vestidas con llamativos colores brillaban en la oscuridad

Miradas incrédulas se sorprendían al cruzar la puerta de la fantasía misma
Un gran hombre entró , se acurruco a los pies de su pequeña cama
Tenía miedo, temblaban sus manos grandes cubiertas por guantes blancos
No sabía en qué mundo estaba, todo le parecía desconocido

El silencio seguía, encontró sus ojos temerosos clavados en los de ella
Quien podía ser este personaje tan raro, y en mi cama se preguntaba en silencio
El corazón latía a mil, se salía de su pijama, haciéndola bailar a su ritmo
Su rostro pálido se llenó de color ,haciéndola sentir un calor infinito en su cuerpo

Una estrella bajó iluminando la pieza, ellos se miraron, no entendían nada
``él se dio cuenta de su silencio eterno y hablo en voz baja y tierna
Ya sé porque estoy aquí, tomo su cuerpecito débil y lo llevo a la ventana
Ella no sabía que estaba pasando, pero se veía tan iluminado y bello

De pronto las estrellas jugaban girando sobre su cuerpo, los girasoles abrieron a la luz de la luna
Su carita se ilumino de alegría y esperanza, sus dientecitos blancos se presentaban
Él sonrió y no quedaron miedos, solo belleza y paz protegían a esa niña
Sus manos grandes pasaron sobre su garganta fría sacando los temores guardados

La noche ya terminaba y los primeros rayos de luz se asomaban sobre su cama
Ella dormía en paz, la noche había sido agotadora, bella e inesperada,
Su osito la abrazaba, mientras todo relucía como nuevo, era magia
Sus ojos se abrieron y bajó de la cama como si fuera un día especial

Se sentía diferente, ansiosa, feliz, se mira al espejo y comienza a reír
Por primera vez se siente su voz, no lo podía creer, repetía su nombre una y otra vez
Bailaba por la habitación, tomo su oso, muñecas y les decía ya puedo hablar ya puedo....
Una niña de silencios, ya vive envuelta en su propia voz de fantasía.

Carola munchmeyer