Dejando todo a medio sin hacer

poema de Flaco Favor

Te tienen que
cerrar la puerta en las narices por llegar tarde
para que realmente creas que
el tiempo es fragmentable.

Te tienen que
inventar una edad límite
para convencerte que
los años cuentan.

Te tienen que
cronometrar la velocidad
para que verifiques que
arribaste a una meta.

Te tienen que
editar un jornal
para persuadirte que
los acontecimientos varían constantemente.

Te tienen que
cambiar el huso horario
para resaltar la trascendencia de
una hora más o una hora menos.

Te tienen que
comunicar que fabricaron un reloj nuclear con una precisión de millonésima de segundo para que admires
tamaña mejoría.

Te tienen que
preavisar el tiempo de cocción
para que no le caiga mal a tu estómago
la comida exquisita

Te tienen que
despertar con la alarma
para que internalices que
el dormirtorio nunca es verdaderamente tuyo.

Te tienen que
citar puntillosamente
para que constates la conveniencia de
cumplir con los horarios.

Te tienen que
pagar las horas extras con plus adicional
para que notes que
tu tiempo vale oro.

Te tienen que
dar un tiempo máximo para la respuesta
para que no llegues a
averiguar lo que el evaluador cerciora.

Te tienen que
llamar la atención por tu tardanza
para que aprendas a
fijar la mirada en el reloj.

Te tienen que
negar el ingreso hacia la butaca una vez comenzada la función
para que sepas que
los puntuales merecen privilegios.

Te tienen que
denegar el acceso de una página WEB porque la conexión es demasiado lenta
para que adquieras
una conexión con mayor cantidad de megas por segundo

https://youtu.be/xnXyuWhSYn0

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