El alma escribe

Recuerdo cuando estaba atrapado
En aquel mórbido cuerpo sudado
A mí, personalmente, me daba grima
La higiene no era muy fina

No cuidaba su peso ni apariencia
Los kilos de más no le pesaban
Parecía como si lo hiciera a conciencia
Los bollos en su barriga acababan

La cara llena de volcanes a punto
De entrar en erupción, ¡Por Dios!
La pelusilla de la cara se juntó
Y aquello formó un Armagedón

Los pies, si se les podía llamar así,
Con las uñas amarillas por los hongos
El pelo, grasiento y pegajoso, y lo que vi
Fueron pequeños seres saltando, "Piojos"

Pero a pesar de todo lo que te dije antes
Me encantó estar con él y me enseñó
Que lo que digan los demás no te mate
Porque la autoestima es lo más importante.