NOCTURNO

NOCTURNO

La noche está quieta, como enferma.
Me mira con ojos de estrellas muertas,
seguramente enterradas en un agujero negro,
anónimo y sin flores.
Se ha metido debajo de mi sábana,
ocupa un espacio inesperado en mi cama.
La he susurrado que puede salir,
he abierto el balcón,
apagado la luz,
volviéndome de espaldas,
intentando aliviar en algo su pudor.
Me ha mirado,
mujer niña ofreciéndome sus brazos nubes,
para que la tome y la acune entre los míos.
Pluma de cisne negro,
su cálido abrazo se ha ido anudando a mi cuello,
hasta dejarme sin aliento sobre mi cama,
desnuda y profundamente dormida.

mabel escribano
d.r.
imagen: google