NOCHE ENJAULADA

NOCHE ENJAULADA

Intenta dormir, la noche enjaulada
entre el pájaro de los suspiros,
atemorizada por las alas batientes.
las distorsiones del canto,
las riñas por el alimento.
Nadie pone paz entre los finos barrotes,
ni un sólo intento calma los noctámbulos gritos.
Las sombras comentan,
colgadas de las paredes,
el extraño maridaje,
alguien confundió su alma,
con el canario blanco
que dormitaba plácido en su habitat.
Hay indiferencia ante el hecho,
la luna tiene trabajo,
apagando y amortajando estrellas,
el hombre se emborracha de sí mismo
mientras su escopeta duerme
el olvido de los cartuchos.
La aurora deja la boca hambrienta del rocío,
humedecida y satisfecha,
abre la jaula del error, para que escape,
empapada en sudor,
como aquella otra nocturna, falta de estrellas,
donde las iguanas perezosas,
tomaban, en lugar del sol, la luna.

mabel escribano
d.r.
imagen: La noche de la iguana