LLORAR DE ALEGRÍA

LLORAR DE ALEGRÍA

Abrazada durante un tiempo a Mahler,
me dejé seducir por la trompeta de Chet Baker,
mientras la voz de Nina Simone,
me estremecía el alma.
Era la música haciendo el amor,
con todos mis sentidos.
Mi corazón dejándose llevar al infinito,
donde la vibración se hacía inmensa,
tan inmensa como el llanto y la alegría.
Tan bella como el mágico pincel
del artista añadiendo música al color.
Tan poderosa como el bloque de mármol,
de una Piedad que Miguel Ángel cinceló,
llena de ésa belleza que hizo llorar a Stendhal.
Abrazada a la música de Mahler,
supe en qué consistía la magia y,
la poderosa razón de llorar de alegría.

mabel escribano
d.r.
imagen: google