Es ella.

poema de Lual Sanmé

Su pelo es un arroyo de oro puro
Que danza con la brisa tremulante,
Su frente es una playa de alba arena...
En tanto que sus cejas son dos arcos
De un fuego que me quema lentamente.

Como monatañas verdes de este campo,
Donde su aroma vaga con el viento,
Son sus ojitos, cual montañas verdes.
Cada mirada me es abrasadora,
Que hasta mi corazon al verla... tiembla.

No se puede evadir de su sonrisa,
Cristales luminosos y miríficos.
Mi alma se pierde entre su voz canora
Como una piedra que se tira al mar...
La misma luna envidia su pureza.

Poético paisaje que enamra,
Gentil canción de tordos en el alba,
Delirio apasionado como tierno,
Capullo de azucena en el jardín...
Es para mí su cuerpo delicado.

Es el reflejo de delicadeza,
Dulzura, amor y fuego en armonía...
Yo, su mayor admirador de siempre,
Soy joven bardo que se inspira en ella:
Es ella musa de mis dulces cantos.