A Perséfone

A Perséfone

Paciente e incesante
lúbrico entre las nubes
sin tiempo y sin cuerpo
garganta y labios sedientos de tus besos
besos complacientes
ante el delirio y el derroche.

¿cuál tiempo sin tiempo?
¿martes o sábado?
fría noche acompañada del más ardiente calor
sin importar el calendario o el reloj
volando entre arpas
arpas mal interpretadas por Dios.

Dios entre el deseo
tú y yo.

Desde el cielo hasta el averno de Dante
incorporados cual amalgama
llorando del delirio sin explorar
explorar
explorar el alma.

Cantando a mal dolor
en medio de ésta infernal y celestial pasión
los credos del amor
a Perséfone mi adorada ilusión.