Rosa María

poema de Menta

Crecía segura bajo unos fuertes Robles
Y el sol protector le ofrecía sus rayos nobles.
La tierra y la lluvia la nutrían
Y su rojo radiaba alegría.

¡Ay pobre Rosa María!

Un día una mano la regó con aparente cuidado
La vistió de rosa, de blanco y de morado.
Le cantaba y prometía de noche y de día
Confía, pues solo quiero que seas mía.

¡Ay pobre Rosa María!

Le repetía que su rojo provocaba
Que solo lo espinaba.
Que se alejara de aquel roble que toda luz le impedía
Le decía que no lo quería pues no obedecía.

¡Ay pobre Rosa María!

La arrancó de aquel lugar
Al que no iba a regresar.
La despojó de su espina
Y le cortó la vida.

¡Ay pobre rosa María!

Que ahora mira triste desde una ventana
Ya solo está de adorno y no siente nada.