Mi lucha
Empezaron y ya no pueden parar,
mis emociones están en guerra.
Mi mente entra en depresión, no sabe afrontar el cataclismo emocional dentro de mí,
pues el resultado va siendo desfavorable.
Mis defensas con las rodillas sangrantes no bajan la mirada, aún quieren formar parte de la batalla,
mientras el enemigo vigoroso previo a la victoria maneja la situación muy confiado.
La voluntad,
quiere permanecer en silencio, inerte ante la situación;
pero cada día está más excluido del terreno de batalla.
La angustia,
se adueña de mi paz,
la paloma blanca obliteró su brillo manchado en barro.
El optimismo,
parece rendirse y jadeante lo denoto hincarse,
mientras la contraparte se manifiesta victoriosa viéndolo con ojos de desprecio, y su brío egocéntrico, de nombre pesimismo.
La esperanza,
ya gastada se convirtió solo en espera del porvenir oscuro sempiterno.
El enemigo alza sus estandartes de victoria;
pero la batalla aún no acaba,
mis guerreros sangrantes no se rinden,
pues la bandera blanca no existe para los míos;
Esto no ha acabado.
Esta es mi lucha, su lucha, nuestra lucha.
Sobre el autor
Gabriel Figueroa
Joven amante del arte, que busca expresar, de sus sentimientos, emociones y experiencias, un escrito fragmentado que pueda ser de agrado para el lector.
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Comentarios & Opiniones
Muy agradecido por darse el tiempo de leer mis letras, un abrazo.
Es un honor estar en tu mundo, estimado amigo Gabriel....En efecto poeta; la guerra no ha terminado...Prosiguen las batallas y, en ellas, tu lucha, nuestras luchas...Haces uso de todas las estrategias mentales, afecto y emociones, a fin de vencer..
..a los sentimientos y emociones negativos, a las razones erróneas, al hombre injusto,..de endemoniadas acciones..Empecemos a lidiar con nuestro mundo interno..y lo circundante..!! Me encanto tu creatividad y el fondo.!! Abrazos fortísimos Gabriel!
Honor me hace usted con su grata visita, don Leonardo. Más aún notar la correcta e impecable desfragmentación de mi humilde escrito, irradia el gran talento de análisis, el misma que demuestra en sus grandes obras. Saludos cordiales, Poeta Sarmiento.