Caja de cristal

Dolía tanto, que tratar de reparar la herida parecía una tortura.

No sabía si curarla o terminar con el dolor como gesto de piedad.

Dolía tanto que lo encerré en una caja helada construida con lágrimas.

A mi parecer la única manera de mantener unidos todos los pedazos.

Caja de cristal que lo hizo latir, lenta pero constantemente.

Estaba listo para salir, pero tenía miedo de volverse a romper.

Y llegas tú a romper el cristal de un beso.

Obligándolo a salir y él tan soñador té siguió, sin importarle si se vuelve a romper.