Perdóname

Si algún día me perdonas,
sé que estaré mirando a tus ojos
con los míos entre nubes de lágrimas,
con las palabras rotas en cristales
punzando en silencio mi garganta.

Te abrazaré fuerte,
y pronunciaré tu nombre,
acariciarás mi espalda,
y susurraré a tu oído,
entre tus cabellos incrustados en mi boca,
que el tiempo que pasé sin tu presencia,
fue el más triste de todos los vividos,
que lo siento mucho,
que jamás seré así de nuevo contigo.

No querré despegarte de mi,
y me dirás con convicción,
apoyada en mi hombro,
sin mirarme a los ojos,
que me perdonas de corazón.

El llanto contenido,
la felicidad pasajera,
me apartarás despacio de tu pecho,
y me sentiré confundido,
esquivarás mi ansioso beso,
mirándome sin tu sonrisa de siempre,
y me sabré nuevamente perdido.

Comprenderé tarde de ella
que he creado un hoyo negro,
frio, doliente, infinito,
entre tu corazón y tu mente,
entre tú alma y la mía,
donde habitaba la confianza
que ahora está muerta en vida.

Y me dirás que así no se puede existir.