Prohibido secreto

Sabes, hay algo que jamás te he contado, algo que llevo guardado en el pecho similar a un tesoro que sigue vigente y clavado muy dentro de mi. Es una mentira constante, es todo un secreto que si te lo cuento de frente quizás y hasta pierda su mágico encanto, me mientes la madre, reciba un madrazo o solo te quedes pasmada y en shock sin saber que decir.

Es algo prohibido que le escondo a la gente, es hermoso y a la vez tan divino que su rostro y sus letras las traigo tatuadas por toda mi mente. Te cuento que tiene mi corazón desquiciado a merced de sus manos y por cierto, debo confesarte de una vez y pa’ pronto que sus letras no llevan tu nombre y por obvias razones...me he condenado toditos los días a ocultarlo también sobre todo de ti.

Quisiera algún día poder hablarte de ella sin llegar a herirte, sin mentirte, sin molestarte, sin que arruine tus planes, tu vida y sin que sientas por dentro que te hierve la sangre de tremendo coraje.

Quisiera contarte lo increíble que es, que me vuelve loco su mirada y que no necesita soltar ni una sola palabra para saber que me ama. Quisiera que te dieras cuenta que no soy una buena persona, que soy un patán y que si buscas entre la comisura de mis labios, descubrirás que su nombre lo llevo impregnado al igual que su sexo, su cuerpo y su lengua también.

Quisiera decirte que adoro tanto su forma de ser, sus gestos, sus gustos, sus tiempos, el poder de sus ojos, la exquisitez de su aroma, su ternura, el enorme corazón que posee y que me encantan sus modos, aunque muchas veces éstos últimos los detesto también; pero quizás lo que más aborrezca realmente es no estar junto a ella de manera completa.

Quisiera que vieras lo enamorado que estoy por su sola presencia, por saber que ella existe y por supuesto, porque en cada beso que suelo robarle me deshace y me envicia como tu no lo haces.

Lo se, es una falta de respeto estarte comparando, pero precisamente es el respeto el que yo te he faltado en más de una vez cuando pienso en ella o me revuelco en sus piernas; así tal cual como se lee, me revuelco en sus piernas y también en las ganas que tengo de ser solamente de ella, solo de ella.

Me cae de a madre que me enferman las ansías de esperar tu susurro en las noches diciendo un "te amo" justo antes de dormir, con la cruel intención de olvidarme de ti y ponerme a soñar descansando en sus brazos. Que en mis sueños me veas hasta el culo de amor y que en ellos te sientas feliz por saberme así aunque no sea de ti.

Quisiera también confesarte que me enferma no poder disfrutar de mi tiempo a su lado, que me enferma el verla de a ratos así como también me atormenta la maldita ilusión de estar para siempre con ella, esa ilusión que aun no nos llega pero a la cual pertenezco con cada partícula de todo mi ser.

Definitivamente me encuentro bastante enfermo, una escasa moral quizás y sería el diagnóstico tuyo y de toda la gente; sin embargo, mi cuerpo se muere de hambre y mi boca de sed, pero tu corazón hoy en día ya no puede saciarme. No te confundas, me fascinas de pies a cabeza y eres desde aquél primer día de esos amores que nunca se olvidan; pero a escondidas, busco nutrirme de ella y de todo lo que pensé ilusamente que encontraría yo en ti.

Basta, si en algún momento tu sabes de que estoy enfermo por favor no me digas de que. Cállate por favor, de corazón hoy te digo que temo perderme y le tengo pavor a jamás reencontrarme. Detente, que si me dices de que estoy enfermo quizás y yo corra a su lado y jamás en la vida regrese a tus brazos.