Extráñame

¿Sabes algo?
Deseo con muchas ganas y con todo el corazón que me extrañes demasiado. Tanto que te acostumbres a extrañarme aun y cuándo se supone no te hago ni tantita falta. Tanto que inclusive aquel recuerdo de los peores episodios a mi lado los disfrutes, saborees, y sobre todo, te dediques desde ahora y para siempre a extrañarlos cómo a nada. Te deseo que extrañes como loca mi frialdad tan natural, mi melosa indiferencia, mi remedo de letras, mi sarcasmo y que extrañes demasiado de esos besos tan de prisa en la mañana o de aquellos programados para ti justo a la hora de dormir; aunque para ser franco, deseo que extrañes demasiado de ambos besos por tus labios y de muchos otros más.

Te deseo con toda el alma que mi ausencia no la puedas mitigar ni con mil tazas de café, algunos viajes, varias charlas con quien sea o cuatro shots de algún tequila; es más, deseo tanto que te encuentres a alguien más y te enamores; pero eso si, que no me olvides y que siempre te haga falta de esa dosis necesaria pa' extrañarme sin medida.

Deseo tanto que me extrañes. Encárgate de eso. Extráñame. Y yo, yo me encargo de desearte completita en lo que resta de mi vida.