WHITMAN IN NEW ÓRLEANS

Óyeme
óyeme viejo
de cochina barba hirsuta
óyeme caer sediento de cuchillos

(dejando piedades
entre lenguas antiguas
y paisajes febriles
de místico sociópata)

óyeme lamer
el lomo tibio y seco
de inclementes mujeres olvidadas

Óyeme
óyeme hacer
un nudo discreto para mi cuello triste

(óyeme chocar rótulas y dientes
desnudo entre pupilas
de cadáveres desiertos
de hienas en reposo
de imberbes homicidas)

Óyeme
óyeme gritar
al insertar tus largos dedos
en el vació compas del hacha imaginaria
del infame compartir horcas y fronteras

(óyeme quemar lagartos repetidos
emblemas homicidas
de yanquis y sureños)

Óyeme
óyeme rogar
una hojilla de besos
para mi ingrata boca
perfume en mi tabaco
de Virginia
calientes escorpiones en la soga
memoria en la piel suave de putas y colmenas

Óyeme
óyeme bajar
de la silente ventana
permanecer cayendo lejano y detenido

Óyeme
óyeme viejo
encender la hoguera
de una hembra vacía

(yogurt de dieta
abracadabra en USA
pezones bipolares)

Óyeme
óyeme viejo
suponer mis días por venir
ahíto de espejos y de esquinas

Óyeme
óyeme viejo
llevar porros y anís a la plaza roja
discutir sobre labios que urden bayonetas

(pagar a las mujeres públicas
el placer de su inclemencia)

Óyeme
óyeme viejo
dar los 50 pasos al amanecer
recostar mi espalda contra el paredón

Óyeme
óyeme viejo
ser el poeta que a nadie importa y el infame
que a todos desquicia

(un idiota incurable
que recarga su fusil
con pólvora mojada)